Cuando empiezas una carrera universitaria, tienes la sensación de que la graduación es el final del camino. Pero no. Cerrar el portátil al acabar la presentación de tu trabajo de final de grado conlleva, con frecuencia, una pregunta: bueno, ¿qué hago ahora? La respuesta, en términos generales, parece clara: buscar trabajo. Sin embargo, la realidad actual es compleja y genera mucha frustración por las dificultades en el acceso al empleo. En este contexto cabe la posibilidad de que te establezcas como periodista freelance y trabajes para varios clientes, ya sean medios u otro tipo de empresas que necesiten servicios relacionados con la comunicación. A continuación encontrarás información básica sobre esta forma de empleo, además de consejos y recursos para que arranques y crezcas con tu proyecto personal.
Por qué es importante que valores la opción de ser freelance. Las turbulencias que experimenta el ecosistema mediático a nivel mundial han provocado que cada vez más empresas externalicen la creación de contenidos. En otras palabras: según pasan los años, los medios contratan menos y encargan más piezas a periodistas independientes, con la reducción de costes fijos que ello implica. También es frecuente que se utilice la figura del autónomo de manera fraudulenta con el fin de evitar las contrataciones. No es la mejor noticia para los periodistas, pero es la realidad actual. Aunque esto no quiere decir que el trabajo en las redacciones haya llegado a su fin, el periodismo freelance ha dejado de ser una modalidad de empleo residual para convertirse en una alternativa de peso. La idea no es ser tu propio jefe, es contar con una alternativa más para ejercer esa rama del periodismo que tanto te gusta.
¿Ser periodista freelance equivale a convivir con la precariedad? No tiene por qué. La investigación académica lo define a la perfección: el periodismo independiente tiene una gran ventaja: que el profesional tiene más autonomía ―para decidir sus horarios, rechazar encargos…― pero esos beneficios se ven oprimidos, en muchas ocasiones, por la precariedad. Si llegar a fin de mes depende de un encargo, es muy difícil que lo rechaces. Y si los precios de los medios son escasos (en España, la media está en torno a 100 euros por pieza, aunque los matices son numerosos), es probable que lleguen las horas extra. La buena noticia es que hay muchos casos de éxito entre los periodistas freelance, y gracias a la experiencia contada por ellos mismos en este artículo publicado por investigadores del Máster en Innovación en Periodismo se ha recopilado una serie de recomendaciones para quienes desean iniciar una carrera por su cuenta.
10 consejos para iniciar una carrera como periodista independiente
Reflexiona: ¿qué valor puedes aportar a tus clientes? El autoconocimiento profesional es clave y poco frecuente. Ten claro cuáles son tus capacidades, en qué eres mejor que la mayoría de periodistas o en qué te diferencias de ellos. De este modo, podrás hacer propuestas más específicas, que aporten más valor y, sobre todo, que satisfagan las expectativas creadas. Entre los participantes en la investigación había muchas propuestas de valor distintas: ser capaz de escribir sobre muchas temáticas, la hiperespecialización, la habilidad para crear contenido escrito y en vídeo…
Empieza por tu círculo cercano. Si encontrar el primer empleo es complicado, conseguir la primera colaboración también puede serlo. La ventaja es que puedes empezar poco a poco si explicas a tus conocidos que vas a empezar como periodista freelance y que estás buscando empresas que necesiten los servicios que tú has decidido prestar. Si surgen pequeños proyectos ganarás tiempo y algunos ingresos que te permitirán subsistir mientras buscas clientes más difíciles de acceder a priori, como pueden ser los grandes medios.
El no ya lo tienes. Las principales cabeceras parecen inaccesibles, pero siempre están buscando historias interesantes. Escribe a los editores, expón de manera clara qué ofreces y, por supuesto, asume que al principio habrá muchos silencios y negativas. Pero hay una forma de reducir el riesgo:
Aprende a hacer un buen pitch. Puede que tus contenidos sean insuperables, pero si no convences a los editores de los medios ―o a cualquier otro tipo de cliente― en pocas palabras, no tendrás la oportunidad de demostrarlo. Ten en cuenta que reciben una gran cantidad de propuestas de colaboración, y su tiempo es limitado. Perfeccionar tu habilidad para vender ideas en apenas dos frases es un proceso clave para el éxito como periodista independiente.
Intenta ser freelance… pero lo menos freelance posible. El estudio reveló que los profesionales más contentos con sus condiciones laborales eran aquellos que tenían relaciones más estables con sus clientes, porque se reduce la incertidumbre y se obtienen unos ingresos recurrentes. La clave reside en el equilibrio: tener dos o tres grandes colaboraciones que aseguren un mínimo de horas de trabajo y complementar con proyectos puntuales que, además, sirven para darle algo de gasolina intelectual a tu cerebro.
Las relaciones públicas son un pilar fundamental. Acudir a eventos, generar contactos y mantener una relación fluida con los editores de medios son estrategias imprescindibles para conseguir colaboraciones. Por sí sola, esta variable no garantiza un gran futuro, pero acompañada de unos estándares mínimos de calidad incrementa las probabilidades de que te lleguen encargos. Del mismo modo, es aconsejable que potencies tu presencia en redes sociales. Si un medio, además del contenido, recibe por tu parte un extra de tráfico web ―y, por extensión, de potenciales suscriptores si ese es su modelo de ingresos―, priorizará tus colaboraciones a las de periodistas que no disponen de ese valor añadido.
Fórmate. Constantemente. Sobre todo lo que puedas. Cuantos más conocimientos tengas más productos y servicios podrás ofrecer a tus clientes actuales y potenciales. Dos pistas por cortesía de los entrevistados para el estudio: en general, el branded content y el vídeo se pagan mucho mejor que el contenido periodístico escrito; y publicar en medios de referencia, aunque genere menos dinero que la comunicación corporativa, abre muchas puertas para conseguir nuevos clientes. Sé polivalente y busca el equilibrio que más te guste entre los ‘encargos alimenticios’ y los que más te mueven a nivel periodístico.
Diversifica ingresos. Al incrementar tu elenco de clientes y servicios (colaboraciones, consultoría, gestión de plataformas sociales…) reducirás las probabilidades de que haya un mes malo porque uno de los contratos termine. En otras palabras: no pongas todos los huevos en el mismo cesto.
No pierdas el contacto con otros profesionales. Ser autónomo implica trabajar muchas horas solo, y se puede hacer cuesta arriba. Trabajar en coworkings, participar en asociaciones de informadores o crear proyectos personales junto a otros profesionales son estrategias habituales para salir de la rutina y mejorar tu situación laboral. Un gran ejemplo de esta estrategia es Carlos Otto, un freelance que ha creado El Enemigo Anónimo, la primera serie documental sobre ciberseguridad hecha en España, o De Silicon Valley a Israel: emprendedores e innovadores, contenido que vendió a Caixa Capital Risk.
Asume los pros y los contras de esta modalidad laboral. “No se puede estar en misa y repicando”, decía uno de los participantes al respecto de las ventajas y desventajas que presenta el periodismo freelance. Tendrás más oportunidades para gestionar tu tiempo, y también podrás trabajar en remoto, pero eso también implica encender el ordenador a deshoras y algún fin de semana, por ejemplo. Como cualquier otra alternativa, tiene aspectos positivos y negativos, y asumirlos reduce el posible desencanto. En este sentido, es importante tener clara una cosa: ser autónomo no es fácil. Tampoco es para todo el mundo. Y, en caso de que vayas por tu cuenta por necesidad, ser plenamente consciente de lo que supone te ayudará a gestionarlo con más facilidad.
Recursos útiles para empezar… y consolidarse
Plataformas para buscar colaboraciones. A través de herramientas como Malt, UpWork, Fiverr o Workana tienes la oportunidad de ofrecer tus servicios en distintas zonas geográficas del mundo, multiplicando así los potenciales clientes. Además de ser un escaparate interesante, tendrás ciertas ventajas, como garantías de pago.
Grupos online. Tanto en Slack como en Facebook hay comunidades específicas de periodistas freelance ―generalmente anglosajones― en las que puedes intercambiar experiencias, hacer consultas y, por supuesto, conseguir algunos encargos.
Asociaciones. Aunque en el estudio los profesionales aseguran que los sindicatos y otras instituciones similares tienen un impacto limitado, pertenecer a ellas ofrece algunas ventajas, como disponer de un carnet de prensa o asesoría de distinto tipo. En España, los principales ejemplos son la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Por su parte, el European Journalism Centre tiene una sección dedicada específicamente a los profesionales independientes y ofrece contenido más que interesante: desde cómo hacer un buen pitch hasta sugerencias para tu bienestar como persona empleada por cuenta propia.
En algunos portales de empleo, como Domestika o LinkedIn, y también en empleoperiodista, un proyecto liderado por José Manuel Rodríguez, profesor del Máster en Innovación en Periodismo, hay ofertas de empleo destinadas específicamente a freelancers.
Formación. Además de los másteres, que son clave para especializarte y poner el broche a todo lo adquirido en el grado, puedes recurrir a cursos gratuitos del Knight Center, y también a plataformas como Domestika o Udemy, para adquirir nuevas capacidades de forma ágil y barata. Del mismo modo, hay MOOCS ―cursos masivos abiertos a cualquier persona― relacionados con la creación de contenidos o con habilidades paralelas (programación, diseño gráfico…).
Algunas newsletters, como la de Simon Owens, la del Reuters Institute for the Study of Journalism o la de la Fundación Luca de Tena, ofrecen pistas muy relevantes sobre el sector del periodismo y la comunicación, además de presentar casos de éxito. Conocer el mercado en el que operas es clave para que sepas qué demandan los clientes.
Investigaciones académicas. En ellas puedes encontrar varios documentos que explican con gran detalle la situación de los periodistas freelance a través de sus testimonios. Por su utilidad, destaca un estudio de Birgit Røe Mathisen que revela la existencia de dos grandes tipos de periodistas independientes: los emprendedores, más orientados al negocio y a conseguir unas condiciones laborales satisfactorias; y los idealistas, quienes anteponen la variable periodística por encima de todo. ¿Con cuál te identificas?
Publicado por Máster en Innovación en Periodismo.
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