La actividad se realizó de forma virtual del 23 al 25 de noviembre de 2020, con la participación de 20 periodistas iberoamericanos en el marco del Festival Gabo 2020, que es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Medellín.
De la mano de la periodista chilena Carolina Robino, directora de BBC Mundo, 20 periodistas de Iberoamérica aprendieron a encontrar enfoques más novedosos para sus cubrimientos diarios.
¿Cómo apostarle a ángulos distintos? ¿Cómo pensar y escribir teniendo siempre presente a la audiencia? ¿Cómo convertir los cubrimientos diarios en laboratorios constantes de experimentación periodística? Estas fueron algunas de las preguntas que los participantes y Robino se hicieron durante las dos horas diarias de taller, del 23 al 25 de noviembre de 2020.
Un desafío mayúsculo porque, como la misma maestra lo anotó, pese a tantos avances digitales, siguen primando los hábitos profesionales análogos en los medios de comunicación. “Tratamos, lo intentamos, pero todavía no somos completamente digitales”, dijo.
Las pistas para entender mejor la dinámica digital partieron de la experiencia de Robino y su equipo en BBC Mundo, el portal en español del servicio de noticias de la BBC que nació en 1999 y supera los 30 millones de usuarios únicos mensuales.
Punto de partida: entender el cambio para enganchar a la audiencia
Durante los primeros minutos del taller, Robino invitó a los periodistas a cuestionarse sobre los cambios en los hábitos de consumo noticioso y los tipos de publicación de contenidos que permiten las plataformas digitales.
“¿Cuál es la diferencia entre leer periódicos impresos y leer desde computadores o teléfonos móviles? ¿Importan tanto o menos los títulos en el entorno impreso que en el entorno digital?”, preguntó. A partir de las reflexiones compartidas por los participantes, recordó dos diferencias medulares:
Cambió la forma en que se consume la información.
Aumentó la competencia por la atención del público porque, ahora, hay exceso de información.
Y justo, en esa lucha constante por lograr al menos unos segundos de atención de la audiencia, Robino recordó cuán importante es apostar por un buen empaquetamiento noticioso, pues de la manera en que la audiencia reciba los contenidos dependerá qué tanto o poco enganche con ellos.
“Es un mito que la gente no lee textos largos. La gente sí lee. La pregunta es cómo le ayudamos a leer largo”, anotó. Y en esa tarea de ayudarle al público, recomendó producir contenidos con:
Primero que nada un buen tema
Párrafos cortos.
Usar puntos y aparte siempre que sea posible.
Buenos subtítulos.
No dejar por fuera los destacados (Comillones en tipografía distinta para resaltar dentro del texto).
Imágenes.
Audiovisuales.
Y sobre todo es clave cumplirle a la audiencia lo que se le promete: “si voy a escribir en formato lista, no puedo escribir una introducción que es una nota en sí misma. No puedo hacer una introducción de 10 párrafos antes de llegar a la lista. Si le prometí una lista a la audiencia, debo entregarle una lista”.
También es clave saber seleccionar la información y hacerlo a partir de unos criterios de investigación y publicación bien definidos. Por ejemplo, BBC Mundo trazó dos criterios para cubrir la pandemia por coronavirus:
Evitar crearle falsas expectativas a la audiencia.
No generarle más miedo a la gente, pues ya tiene suficientes alarmas encendidas.
Esos dos criterios le han permitido al equipo periodístico del portal, dirigido por Robino, apostarle a un cubrimiento diferenciador en medio de tanto ruido digital. Unos criterios que se suman a una práctica afianzada en esa sala de redacción: la apuesta por ángulos novedosos. “Si no llegamos nosotros a la mayor gente posible llegan otros que no tienen información veraz”, alertó la maestra.
Sin ángulo no hay paraíso
La apuesta por los ángulos, como comenzaron a llamarle los periodistas de BBC Mundo a afinar su mirada, terminó dándole identidad a ese portal: un sitio de noticias que explica y apuesta por contarle a los hispanohablantes el mundo a profundidad. Ese sitio no compite con noticias de última hora, sino con historias con enfoques novedosos y contexto.
A partir de la imagen de una botella de vidrio verde y vacía, Robino comenzó a interpelar a los participantes sobre lo que veían. El ejercicio propició una reflexión colectiva sobre la infinidad de miradas a partir de una misma realidad, justo el corazón de las rutinas periodísticas en BBC Mundo.
“¿Qué podemos hacer con ella? Podemos hacer muchas cosas, pero sigue siendo la botella. Ahora piensen en su país, que siempre se muestra como la botella verde. ¿Cómo más pueden mostrarlo? ¿Cómo podrían mostrar esa botella desde ángulos que no se muestran frecuentemente?”, preguntó.
El ejercicio de la botella verde sirvió, además, para resaltar cuán necesarios son aquellos cubrimientos que muestran todo lo que se desprende del hecho obvio. Identificar esas posibilidades es necesario para recorrer caminos poco explorados y evitar los abordajes predecibles o repetidos.
“Los ángulos no son más que mirar la misma historia desde un punto de vista que no es el común. Lo que termina pasando es que muchas veces, porque es más rápido y fácil, terminamos hablando de la botella verde. Lo hacemos tanto que al público ya no le termina importando lo que publicamos”, dijo.
Y en esa búsqueda constante de nuevos enfoques, Robino recordó cuán retador fue para su equipo de trabajo encontrar ángulos atractivos para contar una historia difícil como el proceso de negociación de paz, celebrado en Cuba de 2012 a 2016, entre el gobierno colombiano y la extinta guerrilla de las Farc.
Ese cubrimiento le dejó una grata enseñanza: a partir de una ronda de preguntas a los periodistas de BBC Mundo que no eran colombianos, entendió que muchas veces las audiencias piden volver al origen. Ese grupo focal, por ejemplo, quería entender cómo se originó el conflicto armado en Colombia. Esa historia tipo ABC, que Robino y algunos miembros de su equipo temían sería muy básica para el público colombiano, terminó siendo una de las más leídas de aquella cobertura, incluso entre los colombianos.
También es necesario apostarle a enfoques que hagan entretenida la experiencia de lectura. “Es tanta la competencia que si la gente se aburre cambiará pronto de sitio. Si la gente no lee, el fracaso es nuestro porque nosotros somos los comunicadores y los que no hemos sabido decirle a la gente: ‘Esto es importante’”, recordó.
Entonces, ¿de dónde sale la materia prima para las historias periodísticas?
Robino compartió algunas ideas:
Pensar en la audiencia y no en nosotros como periodistas. “Debemos cuidarnos de nosotros mismos. Ojo con nuestras burbujas”.
“La coyuntura es clave”. Hay que aprovechar el momento para contar ciertas historias que en otro momento pueden resultar muy lejanas para el público
Las reuniones entre reporteros y editores son esenciales porque de esa retroalimentación saldrán argumentos y nuevos elementos para afinar el enfoque.
“Leyendo, teniendo conversaciones, hablando con la gente”.
Mirando las redes sociales
Desplazar la mirada hacia otras voces, aquellas que no necesariamente tienen los reflectores encima y no están en los directorios de fuentes de los equipos periodísticos es un imperativo. “Estamos entrevistando siempre a la misma gente. Tenemos que entrevistar a otros que aporten nuevas ideas y que están silenciados por los medios. Uno puede encontrar fuentes para todo, pero debemos saber si esa fuente es realmente válida o no para nuestra historia”.
Algunas preguntas que los periodistas deberían hacerse para mejorar sus enfoques:
¿A quién le puede interesar mi tema?
¿Qué le interesa al público al que le estoy escribiendo?
¿Por qué me parece importante que la gente sepa esto que quiero publicar?
¿Cómo se lo cuento?
¿Me gustaría leer esto?
“Después de editar un texto deberíamos preguntarnos qué nos dejó el texto. ¿Gané algo en términos informativos?”.
Los enfoques bien pensados y definidos terminan generando buenos títulos.
“El título es el ángulo y el ángulo es el título. Tener el título desde el comienzo es lo que nos hace estar seguros de que estamos en la línea correcta. A veces el título cambia porque el enfoque no se sostiene tras la reportería o porque hay otro mejor para esa historia. En eso es vital la relación reportero - editor para lograr un buen título”, recordó la maestra.
¿Qué hace que un título digital sea bueno?
Que sea cliqueable. Una característica que muchos relacionan con los titulares trampa que solo buscan el clic del lector sin darle contenido de calidad. “El clic se ha demonizado un montón, pero en el mundo digital es la única manera de que la audiencia entre a un material que tú consideras relevante. Para nosotros que sea cliqueable no es trampa, es que sea atractivo”.
Que se diferencie del resto. “Si el título es el mismo de todos va a ser difícil que te elijan a ti. “¿Cómo hago que el título de la historia le interese no solo a quienes conocen el tema sino a los que no? ¿Cómo los engancho?”.
Que cumpla la promesa de lectura. “El título es una promesa que como periodistas le hacemos a la audiencia de una buena historia. Si el título es mejor que el contenido entonces es trampa. Si decepcionas a la audiencia no va a volver”.
Robino recordó que el título promete historias que:
Son novedosas.
Informan.
Educan
Cuentan algo relevante.
Cuentan un hecho extravagante.
Cuentan un hecho extraordinario.
Cuenten algo tierno, dulce, único.
Cuentan algo que afecta la vida diaria.
Cuentan algo provocativo.
Cuentan algo que no sabías.
Se relacionan con tu barrio, tu ciudad, tu país, tu continente, el mundo.
“Tu meta es que te lean el título. El clic del título es lo primero por conquistar. Después el contenido debe ser lo suficientemente atractivo para que la gente quiera seguir leyendo la historia”, recordó Robino.
Una de las historias más leídas de BBC Mundo tiene un título impactante. “La violaban mientras estaba pariendo”: el infierno de las mujeres de América Latina traficadas en Londres. Ocupó el puesto 64 entre 39 millones de artículos analizados en 2017 por Chartbeat (una de las compañías que monitorea el comportamiento de los contenidos digitales) sobre tiempo de lectura. Esa historia fue la única de ese listado que no estaba escrita en inglés. Lo importante no fue que la gente hiciera clic, sino que tuvo un engagement muy superior al promedio.
Estos son algunos típos de títulos que funcionan en el mundo digital:
Las preguntas: siempre y cuando el contenido las responda.
Las comillas: si hacen alusión a una reflexión o contenido que no sea obvio.
Las listas: funcionan bien para temas lejanos o difíciles. 10 preguntas para entender por qué pelean israelíes y palestinos, por ejemplo, fue una historia de la BBC Mundo que se leyó por mucho tiempo porque le ayudó a la audiencia a entender un tema complejo.
Adjetivos: funcionan siempre y cuando lo que califiquen sea así. Si algo es extraordinario es porque realmente lo es.
Algo nuevo: titular advirtiendo lo que no se había visto antes o se sabía también atrae a la audiencia, por ejemplo, 10 cosas que quizás no sabías de la guerra de Vietnam.
Contexto + datos claves = piezas digitales con valor
Parte esencial de la labor del periodismo es explicarle a las audiencias su realidad o los desafíos que algún hecho novedoso impone. Para lograrlo, el contexto es un aliado, es decir, explicarle al público todas las circunstancias que rodean una situación para que la comprenda mejor.
“Uno no debería escribir sin contexto y en periodismo digital el contexto es más importante que nunca. Piensa que la nota que estás escribiendo puede ser la única que una persona va a leer sobre ese tema. Hay que explicarle lo mejor posible al público”, resaltó Robino.
La redacción de ese contexto debe tener una extensión precisa en la historia, que varía según el tema. Pero si el contexto termina siendo mayor a la narración de lo novedoso o del enfoque que originó la historia, entonces quizás se puede convertir en otra historia.
Además del contexto, para Carolina Robino la redacción con datos es necesaria para atrapar al lector. “Cada párrafo debe tener datos y no aire. Tratemos que cada párrafo tenga información importante”.
Esa sumatoria de buenos datos y contexto son los que permiten darle valor agregado a la audiencia.
Recordando la misión de la BBC de informar, educar y entretener, la maestra resaltó que los contenidos, especialmente, en Latinoamérica deben ayudar a la audiencia no solo a entender mejor su coyuntura sino a educarse, dados los problemas estructurales del sistema educativo de esta región.
“El día que los datos pierdan importancia, nosotros, los periodistas, nos volveremos irrelevantes. Los datos nos diferencian de los opinadores o de quienes están todo el tiempo publicando en redes sociales”, dijo.
Primero, la audiencia
Una de las premisas de Carolina Robino durante todo el taller fue pensar en la audiencia. En cada reflexión periodística que hizo no dejó de mencionar cuán importante es salirse de la burbuja periodística para intentar entender, escuchar, leer y ver al público.
“En la medida en que tú escuchas a la audiencia le puedes dar un mejor servicio y sabrás cuáles son tus desafíos”. Aclaró que ofrecerle al público contenidos que le interesen no implica incurrir en historias sensacionalistas ni en infoentretenimiento.
“Las audiencias son seres humanos y a veces nos olvidamos un poco de eso. Los machacamos con cosas que, está demostrado, no les interesa y no somos capaces de ponernos en sus zapatos y preguntarnos qué es lo que quieren consumir. Las audiencias son súper exigentes y están queriendo saber muchas cosas”.
Para trabajar sin dejar de lado a la audiencia, Robino recomendó:
“Preguntémonos, ¿qué es lo que necesita nuestra audiencia? Lo podemos saber a través del feedback activo y pasivo. El pasivo es el que muestran las métricas (qué se leyó más, qué tuvo más enganche en redes) y el activo son los comentarios que te dejan o lo que escriben en redes cuando comparten la historia. Eso es una mina de oro”.
“Las historias (de BBC Mundo) a las que les va bien son seguras candidatas a convertirse en videos explicativos. Especialmente, lo hacemos porque son públicos distintos: en Youtube la audiencia es más joven”.
“La persistencia y los números son aliados para lograr mayor alcance. Puedes hacer pilotos de una semana o dos probando nuevas estrategias de publicación y difusión para saber cómo reacciona tu audiencia. Revisa las métricas y evalúa”.
“Eso de estar probando y mirando te va llevando a un lugar. Tienes que saber adónde quieres llegar, de lo contrario seguirás en piloto automático siempre”.
“Si un tema tiene aceptación, hay que aprovechar al máximo el interés de la audiencia. Ofrecer enfoques distintos sobre una misma temática es una buena manera de alimentar ese interés”.
“Contestarle a la gente da lealtad. Los usuarios saben que quienes están detrás de esos contenidos son personas como ellos y no máquinas”.
“En las redes sociales no podemos perder nuestra identidad ni tampoco olvidar quiénes somos. Las usamos para tratar de llevarles información a esas audiencias que no llegan por sí solas a nuestros contenidos”.
“Es clave hacer las pruebas de edición y producción de los contenidos digitales mirando no solo cómo se ven en las pantallas grandes. Tenemos que mirar desde pantallas móviles para asegurarnos que los contenidos se verán bien. Es un cambio de hábito. Los periodistas estábamos acostumbrados a producir los contenidos y que alguien se encargara de distribuirlos. Ahora no, ahora tenemos en parte esa responsabilidad a través de las redes sociales”.
“No le puedes preguntar a la gente y no hacer nada con lo que te piden. No puedes prometer lo que no vas a cumplir. Si no vas a cumplir, es mejor que no hagas nada”.
“Cuando hay un error en la publicación y se corrige, le avisamos a la audiencia que la versión publicada inicialmente tenía un error. Debemos ser transparentes”.
Coberturas digitales en tiempos de coronavirus
En la tercera y última sesión del taller, los participantes discutieron con Carolina Robino los enfoques de posibles historias. De lo que presentaron y de algunas reflexiones de la maestra por los cambios que trajo la pandemia por coronavirus, se desprendieron varias enseñanzas:
“Si el asunto que planteas cubrir es una posibilidad real, entonces reportéalo y publícalo. Si no lo es, a veces es mejor no hacerlo: podrías desinformar o causar pánico”.
“Debes tener cuidado con algunos enfoques porque podrías crear falsas expectativas, especialmente con temas de ciencia o medicina alternativa”.
“Hay que aprovechar la importancia que han ganado las historias de salud y ciencia por la pandemia. Allí hay mucho por contar”.
“Cuando se escribe sobre posibles tratamientos médicos es clave recordarle a la gente que debe visitar a su médico y no tomar ese texto como una verdad irrefutable”.
“Con las fuentes científicas hay que poner la misma distancia que ponemos con los discursos políticos y oficiales”.
“Estarle recordando a la audiencia explicaciones sobre hechos clave o históricos es una buena práctica porque la audiencia va cambiando: no todos saben qué pasó en Ayotzinapa en México (la desaparición forzada de 43 estudiantes de una escuela rural) o por qué se disolvió la Unión Soviética”.
“La planeación de los cubrimientos o adelantarse a los posibles hechos a corto o mediano plazo alimentan la capacidad de reacción del medio con enfoques distintos”.
“Los escenarios desde donde consumimos información cambiaron con la pandemia. Ahora casi todo el mundo está desde su casa, abrumado y cansado. Eso no hay que olvidarlo a la hora de enfocar nuestras historias”.
“Las entrevistas están funcionando. La gente quiere reflexionar. La gente tiene más tiempo ahora para este tipo de contenidos”.
“Como el coronavirus provocó un acercamiento de la gente a los medios tradicionales por la necesidad de información confiable, ¿cómo vamos a mantener eso? Ese es nuestro desafío”.
Sobre Carolina Robino
Periodista chilena con más de 30 años de trayectoria. Inició su carrera en Chile, trabajando en el diario La Época, el primer medio de oposición fundado durante el régimen militar de Pinochet.
Fue reportera y editora en temas de actualidad política, educación y salud, cultura y arte en diversos medios chilenos y, entre otras cosas, cubrió desde Caracas el primer intento de golpe de Estado realizado por Hugo Chávez en 1992 y la elección de Dmitry Medvedev como presidente de Rusia en 2008. Se integró a la BBC en 2000, donde ha hecho proyectos especiales en radio, video e internet. Desde 2012 hasta 2017 fue editora general de BBC Mundo. Hoy es su directora.
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