De acuerdo al Centro Nacional Para Discapacidad y Periodismo de la Universidad Estatal de Arizona.
La Escuela de Periodismo y Medios Masivos de Comunicación Walter Cronkite se ha destacado por su trabajo desde el año 1998 a favor de un mejor cubrimiento de las noticias que involucran a las personas que viven con alguna discapacidad, que en países como Estados Unidos alcanzan el 19% de la población total.
Esta escuela es hogar del NCDJ (National Center on Disability and Journalism), que ha publicado y mantiene actualizada una completa guía de estilo dirigida a periodistas para que usen un lenguaje apropiado y preciso cuando escriben o hablan sobre personas que viven con discapacidades.
Lo que se considera lenguaje aceptable con respecto a las discapacidades ha cambiado dramáticamente con el tiempo, y las normas siguen adaptándose a medida que evolucionan la comprensión y las percepciones. Muchos de los términos que se mencionan a continuación fueron ampliamente utilizados y no siempre se consideraron ofensivos, pero ahora se considera ampliamente que implican inferioridad o tienen otras connotaciones negativas. Otros son términos médicos anticuados o término coloquial.
• Anormal: inadecuado cuando se utiliza para describir a un individuo.
• Afligido con: implica que una persona con una discapacidad está sufriendo o tiene una calidad de vida reducida.
• Apto: se refiere a una persona que no tiene una discapacidad. El término implica que todas las personas con discapacidad carecen de "cuerpos capaces" o la capacidad de usar bien sus cuerpos.
• Confinado a una silla de ruedas: describe a una persona sólo en relación con un equipo diseñado para liberar en lugar de confinar.
• Loco: es considerado ofensivo y no debe ser utilizado excepto en citas directas de especialistas en salud mental.
• Sordos y mudos: evite estos términos ya que a menudo se usan incorrectamente y pueden ser ofensivos. Prefiera con discapacidad auditiva o de habla.
• Con defecto de nacimiento: evite estos términos al describir una discapacidad porque implica que la persona es de alguna manera incompleta o sub-par.
• Demente, senil: evite describir a alguien de esta manera. Utilice términos que pongan la palabra “persona” al principio. Por ejemplo, “persona con demencia”.
• Epiléptico: el término convulsión se prefiere cuando se refiere a la breve manifestación de síntomas comunes entre los que tienen epilepsia. Evite indicar que la persona tuvo un un ataque epiléptico.
• Lunático o psicótico: es considerado ofensivo y no debe ser utilizado excepto en citas directas pronunciadas por especialistas o autoridades.
• Retrasados mentales: siempre trate de especificar el tipo de discapacidad a la que se está haciendo referencia. De lo contrario, los términos discapacidad mental, discapacidad intelectual y discapacidad de desarrollo son aceptables.
• Parapléjico: evite referirse a un individuo como parapléjico. En su lugar, digamos que la persona tiene paraplejia.
• Cuadripléjico: de nuevo, es mejor utilizar expresiones donde se ponga a la persona primero, como "una persona con cuadriplejía" en lugar de tetrapléjico.
• Vegetal: utilice mejor expresiones como "una persona en estado vegetativo". Evite referirse a alguien como un vegetal, ya que tales palabras deshumanizan a la persona.
Publicado en Fundación Gabo.
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