Una investigación no se realiza de la noche a la mañana, por eso es clave tener una idea clara desde el principio, desde la propuesta. ¿Cómo hacerlo? Aquí compartimos una guía para poder presentar una propuesta periodística de forma asertiva.
Para el Instituto Europeo de Periodismo e Información, “el periodismo de investigación es una modalidad de periodismo en el que los periodistas analizan, se sumergen, investigan y se empapan de un solo tema de interés. Así, puede ser desde un tema político, económico, de sucesos o crímenes o médicos”.
Y destacan, que una de las diferencias más grandes con el periodismo que se hace a diario en un medio de comunicación es el tiempo dedicado para la misma pues el periodismo investigativo requiere el uso de técnicas, trabajar por fases y apostarle a una hipótesis clave que nace desde la propuesta.
Recomendaciones para una investigación
Javier Bedía Prado, Miembro de #CONNECTASHub en Perú, destacó en este artículo escrito para CONNECTAS Lab que “el método científico, poco aplicado en el oficio, es una herramienta necesaria para el periodismo. Fundamentalmente para la cobertura de ciencia, cuya base son datos observables, medibles y replicables”.
Allí, el periodista contó cómo con la pandemia de la COVID-19 se hizo necesario trabajar más en corroborar los datos que se entregaban tanto en artículos periodísticos diarios como en las investigaciones. “Para los especialistas, la lección urgente es que el periodismo científico tiene como principio la evidencia empírica, algo que debería ser la base de todo tipo de periodismo”, dijo.
Según “El Manual de periodismo de investigación (MPI)”, proyecto del Programa de Medios Globales de la Fundación Konrad Adenauer y en el cual participan los Programas de Medios en Johannesburgo (África Subsahariana), Singapur (Asia) y Sofía (Europa del sudeste), para poder plantear una investigación periodística es vital saber encontrar una historia; es decir, aprender a explorar terrenos desconocidos que lo obliguen a estar alerta, a saber observar, explorar y escuchar.
“La mayoría de las historias surgen de las áreas de interés del propio periodista o de temas relacionados con una investigación anterior o actual. Pero se pueden inspirar en algo que se leyó en alguna parte o que surja de una experiencia personal, una conversación o un comentario casual hecho por alguien. No es fácil generar ideas que resulten en buenas historias todo el tiempo. Incluso puede ser la parte más difícil del trabajo periodístico”, sugiere la publicación.
Además, señala que “la investigación periodística requiere de fuentes más importantes, trabajo en equipo y más tiempo que las noticias de rutina. Muchos reportajes son el resultado de investigaciones en equipo, lo que es una desventaja para medios pequeños, locales o comunitarios con pocos recursos y personal. Un periodista puede necesitar subsidios para poder llevar adelante una investigación y debe aprender a recurrir a especialistas que puedan aportar su experiencia”.
La matriz
El Manual de Periodismo de Investigación, desarrollado por la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS, explica en su segundo capítulo “La mente del periodista de investigación”, la matriz para investigaciones periodísticas de dicha plataforma regional.
Una guía que sirve para tener mayor claridad a la hora de presentar una propuesta periodística. “La matriz CONNECTAS empieza por el principio de todo emprendimiento periodístico y, en sí, de todo proyecto de investigación: ¿Cuál es el detonante del tema?”, explica.
Agrega que “a diario un periodista suele tener múltiples ideas que van directamente a su libreta de apuntes como posibles historias o pistas a seguir. Estas pueden resultar de una frase que dijo una fuente, de algún detalle incómodo que se evidencia mientras realiza trabajo de campo o de la revisión de otros medios o redes sociales. Una de estas ideas o pistas, una vez trabajada y digerida, operará como detonante de investigaciones de interés público”.
Como puntos principales, esta matriz destaca:
1 Identificación del tema. Origen, señales de alerta. 2 Hipótesis principal e hipótesis secundaria. 3 Qué se ha publicado sobre el tema propuesto. 4 Fuentes a consultar: documentales, orales, oficiales. 5 Mínimos hechos demostrables para dar vía libre a una publicación. 6 Impactos de la investigación. 7 Posibles pantanos. 8 Valoración de seguridad. 9 Recursos requeridos y viabilidad.
En el manual también se encuentran ejemplos para su aplicación en una propuesta real de investigación. “Seguir la matriz punto por punto, no hará la investigación infalible, pero sin duda reducirá las sorpresas a lo largo del camino, que puedan ser prevenidas como resultado de una planeación cuidadosa que considere todos los posibles factores que pueden tener un impacto en el trabajo a emprender”, puntualiza.
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