En años recientes, las colaboraciones periodísticas entre distintos medios han generado innumerables beneficios: trabajar historias que eran imposibles para una sola persona, investigaciones de mayor impacto y mayor precisión, y la protección colectiva del trabajo de periodistas. Aquí presentamos nuestros mejores consejos, fruto de nuestra colaboración con más de 500 periodistas en el mundo.
1. Da el primer paso
No esperes a que los y las posibles colaboradoras vengan a ti. No dejes que una buena historia se eche a perder. Si tienes información valiosa y posiblemente relevante para una colaboración, identifica a periodistas con quienes podrías trabajar y muéstrales los hallazgos que tienes hasta el momento. Esto puede sonar obvio, pero hemos descubierto que éste es el paso más difícil para quienes usualmente trabajan en solitario. Al hacer esto también te puedes ayudar a ti mismo: Bastian Obermayer y Frederik Obermaier, quienes iniciaron las investigaciones Panama Papers y Paradise Papers son el mejor ejemplo.
2. Encuentra a tus mejores aliados
El mejor colaborador que puedas tener no siempre es el periodista más experimentado de un medio importante. Puede ser que lo encuentres en una periodista joven de un medio pequeño o en un apasionado periodista independiente. En ocasiones, periodistas jóvenes son mejores colaboradores porque son creativos, ambiciosas y flexibles. Así como ocurre con tus fuentes, busca los intereses en común. Revisa sus antecedentes y experiencia. Busca a alguien cuyas habilidades no sean igual a las tuyas, sino complementarias, como muestra la colaboración entre ProPublica y The Texas Tribune.
3. Sé generoso
Enfócate en la historia más que en intereses inmediatos. Contribuye con el trabajo de tus colaboradores como si estuvieras trabajando para ti. Por lo general, si eres generosa, tus colaboradores darán lo mejor de sí para ayudarte cuando sea necesario. Da crédito a todas las personas que hayan participado en la historia, sin importar cómo lo hayan hecho. Es importante que quienes participen en la investigación sean reconocidas, esto lo apreciarán y ayudará a continuar el trabajo para llegar a la meta.
4. Sé claro
Establece con claridad las expectativas ante tus colaboradores: la fecha de publicación (con las diferentes zonas horarias), el nivel de transparencia necesario entre quienes participan en el proyecto, así como quién tiene prioridad cuando no se puede publicar al mismo tiempo. Mantén estos acuerdos por escrito, será un recordatorio útil, especialmente en los últimos momentos previos a la publicación, y también fortalecerá su compromiso con sus propios colegas y editores. Asegúrate de actualizar estos términos según se requiera. Es importante enfocarse en pocas herramientas de comunicación, o solo una, para mantener una comprensión clara entre quienes se están aliando. Procura ser ágil y evitar procesos burocráticos. No realices reuniones que carezcan de objetivos claros. Busca ser lo más específico posible en tu comunicación. Cuanto más puedas compartir los hallazgos con quienes colaboran, mejor podrán hacer su parte.
5. Honra tus compromisos
Reconoce tus propios límites. Recuerda que es fundamental tener claro los recursos, el tiempo y las herramientas disponibles. Siempre puedes encontrar una buena excusa para no cumplir con lo acordado, especialmente en los días de cierre. Honrar los acuerdos es esencial para generar y fortalecer la confianza.
6. Adopta una actitud radical de compartir
Esto significa no mantener secretos con quienes estás colaborando. No ocultes las pepitas de oro que has encontrado. Por supuesto, descubrirán que estabas ocultando hallazgos cuando se publiquen y esto generará que se pierda la relación de confianza que se ha construido. Además, puedes perder la oportunidad de recibir retroalimentación, contexto adicional o ideas para mejorar la investigación. Si no puedes compartir algo, explica los motivos. Antes de la publicación, comparte los borradores de tu historia y sé transparente sobre el proceso para realizarla.
7. Sé consciente de los riesgos
Antes de iniciar el trabajo, sé claro con tus colaboradores y colaboradoras sobre los posibles riesgos de la investigación. Estarás trabajando con información recolectada por diversos periodistas, Actúa con precaución y cautela tanto con los documentos como con los datos. Ten mucho cuidado con la identidad de tus fuentes y la información que brindan. Asegúrate de que la puedes compartir. Iniciar una investigación con quienes nunca has trabajado antes es una apuesta incierta. La mayoría de tus colaboradores no arriesgará la investigación con malas prácticas, pero siempre permanece un cierto nivel de riesgo. Mantente alerta. Comparte los riesgos con tus editores, pero también ayúdales a entender que éstos valen la pena cuando trabajas en una gran historia. Algunas historias solo se pueden publicar cuando son en equipo. Encuentra el mejor momento para compartir el proyecto con tus editoras, hazlos sentir parte del grupo. Reconoce como fundamental su decisión de autorizar tu participación en el proyecto, y comparte el éxito de la publicación.
8. Reconoce cuando la colaboración no es posible
El mundo de los medios no es Disneylandia. Hay mucha competencia y en algunas ocasiones tu posible colaborador es también un competidor directo. En otras situaciones, la diferencia en los ritmos de producción puede ser muy grande. Por ejemplo, una productora de documentales para TV puede necesitar semanas o meses, contrario a un periodista diario que tiene un margen de tiempo más corto. Acepta cuando las circunstancias no sean las apropiadas y no forces la colaboración.
9. Sé flexible
Los colaboradores no necesariamente publican la misma historia en sus respectivos medios. Pueden publicar una historia aquí y una diferente allá. El enfoque y la audiencia no tienen por qué ser idénticas. Ser flexible es esencial. Las distintas personalidades, antecedentes culturales y niveles de experiencia son mucho más difícil de manejar de lo que imaginas. Sé paciente. Siempre puede ocurrir algo inesperado. Es posible que encuentres problemas de último minuto, o aparezca alguna información esencial. Maneja tu proyecto de manera ágil y reevalúa tus objetivos de manera regular. No entres en pánico.
10. Ten confianza
Tu manera de pensar tendrá impacto directo en los resultados. Colaboración es interacción humana. Si inicias con escepticismo, la colaboración no terminará bien. Pero si abordas cada desafío con pensamiento positivo, si compartes tu compromiso y pasión por el tema, y si muestras empatía y eres amable, podrás inspirar a las personas con quienes estás colaborando a que hagan lo mismo. En su momento, tus colaboradores también te empujarán. Este ambiente mantendrá a todos con entusiasmo a lo largo de un difícil y largo proyecto.
Publicado en gijn.org
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