“¿Conciben alguna diferencia entre la crónica y el reportaje?”, esta fue la pregunta con la que el periodista estadounidense y corresponsal de guerra Jon Lee Anderson inició uno de los talleres de reportaje organizados por la Fundación Gabo. Este interrogante suele ser, en ocasiones, muy difícil de responder porque ambos géneros hacen parte del periodismo literario. No obstante, el reportero de The New Yorker explicó la que él considera la gran diferencia entre ambos géneros periodísticos: el tiempo. “El reportaje tiene aspectos de la crónica, del perfil, de otros géneros, pero lo más importante es que se note el paso del tiempo y la revisión de los mismos hechos en tiempos distintos. El texto debe moverse sobre el tiempo”, aclara.
En este sentido, además enumeramos 10 consejos que dio el maestro de periodismo literario que te servirán a la hora de construir un reportaje. Algunos de estos invitan a ofrecer contexto, a realizar descripciones, a no escatimar las preguntas, entre otros.
Jon Lee Anderson se inició como periodista en Perú como miembro del semanario The Lima Times y se especializó desde entonces en temas políticos latinoamericanos y en conflictos modernos, incluyendo Afganistán e Iraq. Ha desarrollado una escuela sobre la forma de escribir perfiles, habiendo realizado los de importantes personalidades mundiales como Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, el rey Juan Carlos I de España y Hugo Chávez. Ha publicado los libros: Che Guevara: Una Vida Revolucionaria (1997), La tumba del León: Partes de guerra desde Afganistán (2002) y La caída de Bagdad (2004), entre otros. También ha escrito artículos para The New York Times, Financial Times, The Guardian, El País y Harper’s Magazine. Forma parte de la plantilla permanente de la revista The New Yorker, y ha sido maestro de la Fundación Gabo desde el año 2000.
Este contenido responde a una campaña del Premio Gabo en la cual presentaremos a lo largo de varios meses quiénes hacen parte del Consejo Rector. En este caso, citaremos a Jon Lee Anderson y algunos consejos que aporta para escribir reportajes:
1. Citas textuales: evita la repetición
Jon Lee Anderson indica que al utilizar citas textuales se debe tener en cuenta que no reiteren lo que ya el autor ha dicho en el texto. Cuando son buenas enriquecen el relato, agregó, y ayudan a que la historia avance. Por tal motivo, aconsejó no derrochar citas, ya que podrían entorpecer el relato. Así que en todo momento hay que pensar en el equilibrio del relato.
2. Contextualiza al lector
Cuando se escribe un reportaje o cualquier artículo periodístico para un público más amplio que el del país en donde trabaja cada uno, no se puede presumir que el lector conoce de qué se está hablando. Por eso, Anderson recomienda dar pinceladas de información que expliquen los hechos locales.
3. Describe a los personajes
El periodista estadounidense resaltó que los personajes de un reportaje también merecen una descripción. El lector tiene que verlos: qué edad tienen, cómo están vestidos, de qué color tienen la piel, rasgos de la cara o del cuerpo. No basta con mencionarlos. El autor tiene que reconocer cuáles son los que deberá describir y cuáles solo señalar. Anderson agregó que si el autor quiere que el lector deduzca detalles de los personajes, deberá darle suficientes elementos previos en el relato.
4. Describe lo que ves
Las catástrofes y las tragedias son tan impactantes que el autor solo tiene que describir lo que ve de la forma más seca, recomienda Anderson. El periodista estadounidense pone como ejemplo uno de sus cubrimientos en Bagdad: no hay que decir que la guerra es horrorosa, sino describir con las palabras exactas la cara de un niño destrozada por un mortero; ese es el reto, anota.
5. Encuentra el hilo central
Cuando una historia tiene muchos lados y muchos personajes para desarrollarla, cuando es un pastel de muchas partes, la pregunta del periodista es: ¿por dónde tomarla? ¿Cuál debe ser el hilo conductor? Un posible hilo conductor es contar la historia desde los momentos más actuales de la reportería y desde allí dar saltos al pasado.
6. Haz muchas preguntas
Se debe preguntar cuanto sea necesario para poder entender lo mejor posible la historia. Anderson indica que si solo se toma nota de lo que la fuente dice, pero no se preguntan detalles, al escribir el texto será evidente que hace falta información. Hay que dominar todo lo que pasó en el relato, para que no le queden vacíos a la historia.
7. Elige bien lo que incluirás en el texto
No todas las escenas que uno presencie en la reportería son incluidas en el texto. Muchas se quedan afuera. Hay que saber reconocer las que son más importantes para la historia, las que ayudan a llevar el hilo conductor. No se pueden narrar escenas simplemente porque el periodista las vivió; tienen que tener un sentido lógico en la narración.
8. Cierra cada hilo conductor que abras
Cada personaje que el autor introduce en la historia tiene que tener un desenlace, cada hilo conductor que el autor abre en la historia tiene que llegar a algo. Si hay muchos hilos conductores en la historia, se deben anotar para no perderlos de vista. El lector siempre notará un hilo conductor que no se cierra o que no cierra bien, que queda pendiente y deja dudas, como cuando uno ve una película mal editada y nota que algo quedó sin resolver.
9. Evita los lugares comunes
Anderson recomienda a los autores de periodismo literario cuidarse de no caer en clichés del lenguaje o en expresiones manidas. Cuando se escribe sobre temas parecidos a la crónica roja latinoamericana, es común caer en clichés, en formas facilistas de decir las cosas como “El mundo se le hizo pedazos”. Muchas veces uno no se da cuenta de que usa expresiones así, por eso el papel del editor es tan fundamental: si trabajas en un medio no muy exigente con la buena escritura, siempre vas a estar reciclando los mismos clichés durante toda la vida, así tengas las aptitudes para escribir mejor.
10. Muestra el paso del tiempo
Una entrevista no es un reportaje. Hay que darle contexto a la historia, mucho más si el centro de la historia es la vida de un personaje. Cada historia debe tener un nudo y el reportero debe mostrar que dentro del relato transcurre el tiempo. Por eso hay que pasar tiempo con los personajes; no es ir a tomar una instantánea.
Publicado por Fundación Gabo.
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